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Tehuelches, reseña y fotos

Parte de la enorme historia perdida del pueblo Tehuelche.

Tehuelches, «Danzas con fotos»

Parte de la enorme historia perdida del pueblo Tehuelche.

 

El Parque Nacional Los Glaciares, frente a uno de los paisajes más imponentes de la Naturaleza, declarado patrimonio mundial por la UNESCO, ofreció a los turistas nacionales y extranjeros un  atractivo adicional. Durante veinte días, en el complejo Nativos de la Patagonia se pudo apreciar el montaje de  una muestra fotográfica   referida a la historia  de una de las comunidades indígenas de la Patagonia.

El propósito de la misma fue y es articular la cultura con el desarrollo sustentable del turismo y  vincular a través de antiguas fotografías el pasado con el presente de los pueblos originarios, rescatando la identidad  de un país con diversidad multiétnica y cultural.

La muestra fotográfica   Tehuelches, Danza con fotos  , que cuenta con los auspicios del Ministerio de Cultura de la Nación, -a través del programa Pueblos Indígenas – el Ministerio de Turismo de la Nación, la Administración General de Parques Nacionales y el apoyo de la empresa Nativos de la Patagonia, está  basada en una selección de imágenes del libro homónimo, realizado por el periodista santacruceño Osvaldo Mondelo, con asesoramiento del prestigioso investigador Abel Alexander y prólogo de la doctora Alicia Kirchner.

Como se recordará se trata de imágenes registradas entre fines del siglo 19 y principios del 20 por fotógrafos profesionales y amateurs. Se destacan los trabajos de Peter H. Adams,  Adolfo Alexander, Rafael Castro y Ordóñez, Alberto De Agostini,  Charles W Furlong, Esteban Gonnet, Frank Gooderham, Bartolomé Loudet, Julio Koslowsky, Federico Kohlmann, Charles Lane,  Meeks y Kelsey; Güerico Murgia, Nicola Opakac, Walter Roíl,  Carlos Spegazzini, Jessie Tarbox Beals,  como así también retratos de tehuelches y vistas  realizadas por fotógrafos no identificados.

Al  registro fotográfico debe agregarse la cuidadosa selección de las crónicas de los viajeros, recortes de publicaciones de la época (Caras y Caretas, El Mosquito, El Nacional, El Progreso) y el testimonio de gobernantes, misioneros, exploradores, militares, científicos, periodistas y fotógrafos que sirven de  marco referencial a los procesos históricos que sufrieron los pueblos originarios.

 

La inauguración se produjo 21 de marzo en el complejo turístico «Nativos de la Patagonia», en el Glaciar Perito Moreno.   La muestra  pudo visitarse hasta el pasado 10 de abril en forma libre y gratuita por los visitantes que ingresaron al Parque Nacional  Los Glaciares.


LA FOTOGRAFÍA DESPIERTA LA MEMORIA

Cuando en pleno siglo XXI se lee en los diarios o en las páginas  de internet que aún se sigue reprimiendo por la fuerza  a los pueblos originarios por defender la tierra, por resistir el desalojo, la tala o contaminación  de su espacio físico y espiritual -la selva, los ríos, el monte-, uno no puede de dejar de pensar que las venas de América siguen abiertas.

La historia se repite como una tragedia por intereses agropecuarios, petroleros o mineros. Así ocurrió en Tierra del Fuego y Santa Cruz a fines del siglo XIX y así continúa hoy con nuevas estrategias de usurpación en otras regiones de nuestro continente.

Al «indio» como si fuera una cosa y no una persona, se lo desplaza, se lo corre y si molesta, se lo reprime. La información sale un día con titulares en la crónica policial y luego desaparece, como desaparecieron el oro y la plata de sus antepasados  en las manos de Cortez o Pizarro. Los tehuelches no tenían piedras preciosas, pero perdieron en cien años en contacto con la civilización de la oveja y la prosperidad de los terratenientes ganaderos, el tesoro de su libertad.

Hombres, mujeres y niños tehuelches padecieron el despojo de la tierra, el alcoholismo, las enfermedades, la intolerancia religiosa, la discriminación cultural introducida por la colonización europea y criolla a la Patagonia.

Por eso siempre resulta insuficiente y necesario a la vez, generar espacios de análisis, debate y reflexión sobre el pasado y el presente.

La imagen  en todos sus soportes: dibujo, pintura, caricatura, historietas, fotografía, cine fue empleada durante mucho tiempo para denostar, ridiculizar o estigmatizar al indígena, como un representante de la incultura, el atraso y la ignorancia. Pero también es posible generar a partir de la imagen el conocimiento, respeto, conciencia por la historia, la cultura y los derechos de los pueblos originarios.

Como en el cuento de Lewis Carroll, «A través del  espejo y lo que Alicia encontró allí» la muestra fotográfica opera como un doble espejo. Observamos «al otro», pero al mismo tiempo nos vemos  a nosotros. Somos parte de una sociedad que aún mantiene vigente el discurso cultural justificador del eje civilización y barbarie. El espejo nos devuelve los prejuicios, la desmemoria y la invisibilidad que llega a nuestros días.

La muestra Tehuelches, danza con fotos  propone  resignificar el documento fotográfico y a partir de él una nueva mirada sobre «el mito pionero» en el extremo sur de la Argentina y Chile.

.Ahí están las imágenes con la mirada de los excluidos.  Muchos de sus descendientes  siguen formando parte de los sectores más humildes y marginados de nuestro país, y la mano de obra barata de Latinoamérica.

El arte, en este caso la fotografía antigua,  hace accesible lo incomprensible del hombre y pone una vez más en vigencia la máxima: ¡Una imagen cuenta más que mil palabras!

Entonces, con la potencialidad creativa de una lejana melodía, la fotografía nos despierta la memoria.

 


 

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